Llevas tiempo planificando tu próximo viaje. Lo tienes todo preparado: outfits, museos, cafeterías que visitar. Por fin ha llegado el día, subes el avión y tienes como vecino a un simpático bebé que se pasa el vuelo llorando. ¿A ti también te ha pasado?
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.